Porque ya no me engañan con eso de que “España nos roba” o lo de las “balanzas fiscales”. Un día te das cuenta de que se achaque al gobierno central, algo que en el fondo beneficia a los catalanes (ya que el flujo económico de Cataluña se beneficia del resto de España) y que además la Generalitat desvía sus ingresos por impuestos en mayor cuantía (proporcionalmente) de las provincias productivas, Barcelona y Tarragona a las improductivas, Lleida y Girona, donde están sus graneros de votos.
Porque ya no me creo que una Cataluña independiente sería un país similar a las pequeñas monarquías del norte de Europa, sino que se parecería más a una de las pequeñas repúblicas del sur. Vamos, que lentamente nos iremos pareciendo más a Portugal o a Grecia, que a Holanda o Noruega.
Porque mi cultura “tan catalana” resulta que también es española. El pa amb tomaca es murciano, la sardana es de Jaén, los castellers de Castellón, el caga tió de Huesca, la senyera aragonesa, la estelada traída por masones catalanes copiando la bandera de Cubana, etc.
Porque ya no me creo que “todo” es catalán: Leonardo da Vinci, Colón, Cervantes, Santa Teresa, el Cid… a este paso Neil Armstrong será de Badalona.
Porque me cansé de que mi instituto estuviera forrado de esteladas: esteladas en las zapatillas, esteladas en las mochilas, esteladas en las carpetas, esteladas en los posters de clase, y que los estudiantes sean unos revolucionarios de pacotilla aborregados.
Porque estamos completamente fuera de la realidad resulta que la guerra de “suce-secesión” de 1714 se hacía por España, que los Almogávares gritaban “Desperta ferro, Visca Aragó”, y que durante el franquismo, el tejido industrial catalán estaba protegido por el gobierno, siendo la época de mayor desarrollo en toda nuestra historia. Si a pesar de Franco crecimos tanto, cómo es posible que en democracia y con el mayor autogobierno del mundo, hayamos perdido competitividad respecto al resto del estado. Yo lo tengo muy claro, los culpables somos nosotros y los nacionalistas.
Porque eso de la “catalanofobia” es un mito. Evidentemente “en todas partes cuecen habas”, pero he viajado por el resto de España y siempre me han tratado con respeto e incluso cariño. Porque en Barcelona, en Reus, en Tarragona estoy en mi casa, pero también me siento así en Granada, en Donosti, en Madrid o en Cádiz y quiero que eso no cambie. Realmente la mejor cura contra el nacionalismo ha sido viajar.
Porque me encanta el catalán y el castellano, las dos son parte de mi cultura, me encanta hablar catalán y me encanta leer y escuchar canciones en castellano.
Porque me encanta que el Barça juegue en la liga española, me encanta ganar al Madrid y disputar partidos contra el Athletic, Atlético, Valencia, Sevilla…
Porque quiero seguir siendo paisano de muchos españoles. Siempre que se hace una encuesta en Cataluña de con quién te irías de cañas sale más gente de fuera de Cataluña que catalanes, desde Iniesta al Gran Wyoming pasando por Santiago Segura, nunca aparecen Lluis Llach o Pilar Rahola.
Porque resulta que hay más desigualdades entre cualquier comarca catalana, provincia ciudad e incluso barrio, que entre Cataluña y el resto de España, y eso no se debe a “Madrid”, sino a nuestra casta política y a un pueblo sin espíritu critico que obedece, sin cuestionarse nada.
Que toca autonomía, todos a por la autonomía, que toca nuevo estatut, pues venga todos a por el nuevo estatut, que toca independencia, pues todos a por la independencia, y lo peor de todos es que como tampoco va servir para nada, dirán… a por la soberanía, o a por la república o… seguimos construyendo país. Muchos volverán a corear el nuevo grito de guerra como niños obedientes. Yo no.
Porque me he dado cuenta de que la esencia del independentismo es la soberbia el egoísmo no la justicia o una mejor gestión, argumentos que visto lo visto, caen por su propio peso. Nunca con tanto autogobierno ha habido tanta corrupción y “dedazos”.
Porque un estudiante de Barcelona, un trabajador de Tarragona o un payés de Lleida, tienen más en común con un estudiante de Madrid, con un trabajador de Gijón o un agricultor castellano, que entre sí mismos.
Porque creo que el poder hay que repartirlo. Creo que es mejor que se juzgue a un catalán desde Madrid y a un madrileño desde Cataluña. Creo que el poder en manos de los “400 catalanes”, que según convergencia son “los que siempre hemos gobernado”. No es la garantía de la independencia. Sino del capitalismo de amiguetes, del dedazo, del 3%, de una economía decadente, de más recortes y de enriquecimientos ilícitos.
Porque no me fío de partidos corruptos culpables de los mayores recortes sociales de Europa (en proporción) y que junto con ERC han llegado a firmar hasta 50 leyes antisociales.
Porque ya me he dado cuenta de que la estelada no es el faro que nos dirige a Ítaca, sino la zanahoria que se pone al burro, mientras se le lleva a la cuadra. / Pep Ll Bonastre. Reus.
Info: https://politicalradarblog.wordpress.com/2016/03/17/pero-por-que-ya-no-eres-independentista/?fbclid=IwAR0P0F16bf0OPkU5wOEUH5XaAauVmtNoM5mzL_5Qh4v3ohAsKbVD913KVdw
Pero ¿Por qué eres unionista? La verdad es que como catalán y español he estado bombardeado desde pequeño con la idea de que la independencia de Cataluña es lo único beneficioso para nosotros y que en el fondo, no somos españoles. Estas ideas siempre han sido ridículas y solo tenían predicamento en los círculos más iletrados. Durante muchos años hemos mirado hacia otro lado con una intención “buenista”, integradora, pero ingenua. Se decía: “En el fondo los nacionalistas no son rancios separatistas, son simples catalanistas”. Grave error.
Hoy en día no toca hacer pedagogía de lo que realmente es el nacionalismo: una caterva de iluminados, incapaces de ponerse de acuerdo ni en el color de la mierda. Una ideología casposa que derrochan el dinero de los demás. Un conjunto de inútiles que son incapaces de ganarse la vida sin tener que vivir del cuento.
A día de hoy ya nos ha quedado claro a todos los catalanes, incluso a sus ingenuos votantes.
creemos que es necesario hacer pedagogía de los beneficios de mantenernos unidos, de que España siga siendo una patria común, por la que merece la pena luchar y por la que estar agradecidos.
Ser catalán y ser español es un proyecto que nos proporciona un sin fin de ventajas:
La unión nos hace más fuertes, nos proporciona más seguridad y protección en situaciones de crisis.
Los catalanes tenemos más peso en la unión europea y organismos internacionales, siendo más independientes y soberanos que creando una pequeña república del sur de Europa como Grecia, Chipre, o Portugal.
Unidos, Cataluña es más dinámica económica y más justa socialmente, seguiremos compartiendo los lazos, cultura e historia con el resto de españoles.
Miramos al futuro en vez de al pasado, disfrutamos de un patriotismo inclusivo y evitamos un nacionalismo excluyente.
Porque siendo españoles, que es lo qué somos, continuaremos siendo el primer país en trasplantes de órganos, el primero en tolerancia LGTBI, el 5º mejor país para nacer mujer, el país con menos denuncias por violencia de género de la UE, ser la 2ª potencia turística mundial, tener 94 de los 100 puntos en libertades superando a EEUU, Francia o Alemania, ser el primer país europeo en reservas de la bioesfera, ser la 15ª potencia económica mundial y la 4ª de la UE, etc.
Info: https://politicalradarblog.wordpress.com/category/catalunya-nacionalismo/
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